Para Noëlle Yabar-Valdez y Samuel Brèjar,
con mi amistad de vida y de tiempo.
Francisco Azuela

I

 Antiguo Imperio del Mayab,

Templo pétreo de las Inscripciones,

extraño y fascinante ;

con glifos en acento de luz y sombra,

relieves de estuco entre pilares y frisos

donde el fondo tiene voz

que llena el vacío de plenitud.

Valle del Usumacinta

donde reina el dios de los campos ;

garzas, quetzales, faisanes reales

y aluxes,

geniecillos de las milpas

y bosques de ceibas

entre palomas transparentes.

Criptas,

lápidas frías y húmedas,

jeroglíficas.

Pasado interrumpido por el tiempo,

personaje trashumante,

reina y soberana,

mujer misteriosa,

Tzakbu Ajawm

amor de Pakal II

supremo monarca de Palenque,

antiguo Nachan : “Casa de serpientes”

época clásica de los mayas.

615 y 684 de nuestra era,

viajeros de Pakal

entre el mineral rojo del “cinabrio”

en soledad inmensa.

Sarcófago rojo chak tallado en una sola pieza

interior del Templo XIII,

luz y oscuridad ;

imagen apenas alcanzable

donde reinan Ah Puch, que es Yum Cimil

dios de la muerte e Ixtab,

diosa de la muerte y del infierno.