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Article publié le 13 juin 2017. oOo Confesábase un popolítico, haciendo escrúpulos, cual Procustes, “el que se la estira martilleando”, como recordó el padre. Durante el discurso de la confesión y al finaldeella, después de hablarle de los popolíticos de la opuesta bancada, a los que, por la gracia de diosacabaría por atarles, a los más altos a una cama demasiado pequeña, y a los de corta estatura, a otra demasiado grande. Que por la gracia de dios y elespíritu del cesar enano que les habita, les cortaría los pies a los más grandes, y alos pequeños les estiraría sus miembros, aplicando el principio constitucional del Talión,impuesto brutal y mezquinamente, cortándole al emergente popolíticola coleta. El confesor le preguntó muchas veces, para que dejase su perorata, qué pecado era ese tan grande que había cometido, y él respondió : - La corrupción, padre. |
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