Mi amigo Gerineldo nos va a deleitar de una manera fétida y más o menos ruidosa tirando pedos por el ano, y diciéndonos :

- El pedo es un aire enmovimiento, y que, equivocadamente, para medirle, está el Pediómetro, lo cual es falso, pues el Pediómetroes un aparato para pesar y medir a los niños ; y sus pedos.
 Sigue diciendo :

- El pedo tiene mucho morro, como esa cosa redonda de forma semejante a la cabeza, como el morro de la pistola, que es el culo ; aunque, a veces, su postura depende de cómo tenga elhocico del culo, si abultado o saliente, el individua o individua quepedorrea.

- Andar o estar al pedo, es cuando tú y yo estamos reñidos entre sí.

- Ah, y así como el Asno tiene por costumbre el Rebuznar cuando tiene listo el pienso o va a la husma de una Jumenta, elserhumano pedorrea, igualmente, cuando tiene listo el pienso y va en busca de una hembra, como el pájaro de Cuba, el "El Pedorrero", que tiene la osadía de entrar en la boca de los caimanes en busca de mosquitos.

- De chiquito, me sigue diciendo, eldía de Navidad cuando esperábamos al papá Noel de turno, nos quedábamos despiertos en la cama desenado escuchar pronto su pedorreo, que era señal de que nos había dejado los juguetes junto a la chimenea.

- El pedo es también pedrea, acto der anunciar el caer piedra de las nubes, cumplimentandoaquello de que : "entre dos piedras feroces sale un hombre dandovoces".

- En los colegios, en los seminarios, en las universidades, estudiamos de balde, pues todos salimos listos alpedo. Muchedumbre depedos somos en busca delpedo de lobo perdido, o la cagada de lagarto que nos hará ricos y más libres.

- Recuerda, amigo, que, desde chiquitos, hacíamos pedorretascon laboca, imitado alpedo ; lo que hacía sonreír y alegrarse a nuestros padres.

- El pedo es nuestro señory nuestra guía. Vela rastrera que largan los jabeques en la punta del botalón cuando el viento es flojo y de popa. A veces, nos hace caminar majaderos, imbéciles, sinvergüenzas, por ese caserón, aquel lugar, pueblo o capital, dejando en el paladarde quien le escucha como un adorno de cinta que se lleva plegada en elala del sombrero ; o dentro del morraldonde llevamos el pienso y las piezas fétidas cazadas al vuelo.

- También, has de recordar ese juego que, de jovencitos, jugábamos, el de la "Pedorra", en que poníamos la mano en nuestros ojetes, tirando pedos a libre albedrío, y buscando la correspondencia entre el número de pedos pronunciado por cada uno de los dos y la suma de los que ambos tirábamos, señalándoles con los dedos al abrir simultáneamente las manos.