En la Avenida de Séneca, en Madrid, Ciudad Universitaria
Ella y yoacabábamos de salir de un examen de grado.
Estábamos esperando, junto a un semáforo, a cruzar la calle
Cuando, de pronto, un chavalote la llamó del otro lado :
- Oye Constancia, le gritó ; ven que te tengo que decir algo.
Ella al verle, sin pensárselo dos veces, y sin mirar, cruzó.
Yo le grité, muy asustado ; queriéndola coger :
- Atiende Constancia, atiende ; que viene un coche.
El coche, ¡ay¡ quépena, la atropelló,
La arrojó contra el bordillo y la mató.