El hombre roto, el juguete mecánico, el último dios en un mundo donde solo quedan cenizas, y costras de sangre seca, en cuerpos vejados por la soledad : OSCAR PORTELA
Finalmente mi corazón ha enmudecido.
Los vientos ya no penetran en mi cuerpo.
La sangre ha silenciado su murmullo y aquella
rosa del deseo cristalizada está para siempre.
Vacío estoy de mí. De la norma de
la justicia de la Ley de la Carne. Mi viaje fue breve.
Solo busqué el pistilo que existe en las ideas,
- breves estalactitas - negro fuego.
Hoy reposo en la eternidad de tus ojos sombríos
y me sostengo en tu boca anterior al movimiento
de los labios que dicen del corazón,
gélidos vientos que soplan de la nada.
- Imágenes de manos o rostros que no se reflejan en espejos. OSCAR PORTELA
- El infierno de Kafka o Samuel Beckett - la linea de sombra del nihilismo y la imposible huída : OSCAR PORTELA