Nella pietra opalina
si celava il segreto ;
nella trasparenza si intravedevano
le rughe scure di tutti i volti
di questi duemila anni,
le venature degli alberi e delle foglie
bruciate per riscaldare la luna
nelle notti dell ?ultimo inverno,
le pieghe impronunciabili
dei corpi nascosti
negli anfratti del desiderio
del millennio senza amore
che abbiamo abitato.
Era la fine del mondo
e lo lessi
nei riflessi della pietra opalina
dove si celava il segreto.
Nella trasparenza si udiva
la voce profonda di Dio
che ci condannava a vivere, ancora,
oltre la morte del tempo.
L’eternità è un fardello
troppo pesante per l ?uomo
(ma per la pietra no
ed è a lei che affido
la mia poesia).
ÓPALO
En la piedra opalina
se celaba el secreto ;
en la transparencia se entreveían
las arrugas obscuras de todos los rostros
de estos dos mil años,
las nervaduras de los árboles y de las hojas
quemadas para calentar la luna
en las noches del último invierno,
los pliegues impronunciables
de los cuerpos escondidos
en los recovecos del deseo
del milenio sin amor
que hemos habitado.
Era el fin del mundo
y lo leí
en los reflejos de la piedra opalina
donde se celaba el secreto.
En la transparencia se oía
la voz profunda de Dios
que nos condenaba a vivir, aún,
más allá que la muerte del tiempo.
La eternidad es un fardo
demasiado pesado para el hombre
(pero no para la piedra
y es a ella que confío
mi poesía).